Clima caluroso, con una humedad que no molesta, un prado verde o un maravilloso sendero silvestre. ¿Quién pensaría en las garrapatas en un escenario como este? A veces, maravillados por el placer que se siente estando al aire libre, no pensamos en todo aquello que podría ser una amenaza para la salud de personas y animales.
Por tanto, la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué hacemos si entramos en contacto con una garrapata? E, incluso, ¿cómo sabemos si es una garrapata?
A continuación exponemos algunos aspectos que debemos tener en cuenta.
Garrapatas: cómo reconocerlas
Es más fácil decirlo que hacerlo: a primera vista, ¿podrías reconocer una garrapata?
Las garrapatas son parásitos más bien pequeños (hablamos de milímetros o un centímetro), con una característica forma aplanada que recuerda a una lágrima. En general, el macho (de color negro o marrón muy oscuro) es más pequeño que la hembra que, además de por su tamaño, se diferencia por tener color claro que se acerca al gris. Se alimentan de la sangre del sujeto en el que habitan, animales o personas, y su aparato bucal es visible.
Existen muchas especies: ¡hasta 850 en todo el mundo! Generalmente, independientemente del tipo de garrapata, su modus operandi siempre es el mismo. De hecho, infestan a un mamífero y permanecen agarradas a él durante cinco días succionándole la sangre. Una vez alimentada, la garrapata se desprende y vuelve a la tierra para mutar al siguiente estadio.
La duración del ciclo vital varía, yendo de unos meses a los tres años, y el promedio del número de huevos que pone una hembra es de algunos miles.
Pero, ¿dónde están las garrapatas?
Como en todos los casos, las garrapatas tienen ambientes ideales, húmedos y cálidos. En un medio verde es más probable encontrar a este parásito, aunque pueden habitar en la ciudad y en las casas (transportadas accidentalmente), ocultándose en las grietas de los muros, detrás de un zócalo o debajo de las alfombras.
Tienen una actividad más intensa en verano, aunque también están presentes en primavera y principios de otoño, siendo menos activas en invierno, en los meses más fríos, momentos en el que entran en un estado de quietud conocida como “diapausa“.
Cómo saber si un perro o un gato tiene garrapatas
Las garrapatas, gracias a su órgano de Haller, un instrumento sensorial que detecta los cambios de temperatura y del anhídrido carbónico, encuentran a sus huéspedes dejándose caer y enganchándose en ellos, especialmente perros y gatos. Mientras recorre todo el pelaje de nuestros amigos de cuatro patas, la garrapata detecta la mejor zona del cuerpo para engancharse silenciosamente.
Pueden encontrarse en cualquier parte, pero sobre todo en la cabeza, la base de las orejas, los labios o al lado de los ojos y la cola. Así pues, atención a estas zonas del cuerpo del animal, ya que es donde generalmente anidan. Siempre es recomendable observar al animal doméstico cuando está en casa después de dar un paseo por el exterior.
Hay que destacar que, antes de morder con los dientes, la garrapata causa una herida (hipostoma), segregando una substancia que ayuda a fijar el aparato bucal. Por eso no se puede extraer de cualquier manera, ya que existe el riesgo (al estar fuertemente enganchadas) de separar el cuerpo y no la boca, partiéndola (hablamos de esto aquí: Cómo retirar una garrapata de un animal correctamente).
No todos saben que, durante su presencia y su alimentación, la garrapata segrega ciertas substancias en la sangre del animal, con efectos antiinflamatorios y anticoagulantes, lo que reduce las defensas inmunitarias del huésped y le permite seguir alimentándose sin molestias, transmitiendo también agentes patógenos.
Entonces, ¿cómo encuentro las garrapatas en perros y gatos?
Explorando siempre al animal y pasando los dedos por su pelaje para detectar la presencia de protuberancias redondeadas en la superficie de la piel. Sin embargo, como hemos dicho antes, no solo los perros y los gatos están expuestos a la picadura de la garrapata. Los humanos también pueden ser víctimas de ella.
Cómo saber si una persona tiene una garrapata y dónde se enganchan
Las picaduras de garrapata pueden provocar alguna reacción y síntomas en las personas, lo que facilita su reconocimiento y detección. Entre estos, podemos encontrar:
- dolor e hinchazón en la zona donde se encuentra la garrapata;
- erupción cutánea;
- sensación de quemazón y prurito;
- vesícula;
- dolor de cabeza y náuseas;
- fiebre y debilidad.
En caso de detectar este tipo de molestia, consulte a un médico inmediatamente.
Como en los animales, las garrapatas generalmente anidan en ciertas partes del cuerpo, que suelen ser las zonas más calientes/húmedas, como las axilas, las ingles y el cabello.
Nunca debemos infravalorar su picadura: la mordedura de una garrapata puede tener consecuencias series para nuestra salud, como la enfermedad de Lyme. ¿Sabes de qué estamos hablando? Profundiza sobre el tema en nuestro artículo: Garrapatas y riesgos para la salud: la enfermedad de Lyme
Así es como se previene la picadura de una garrapata, así se hace
La prevención es muy importante. Se puede elegir entre:
- utilizar un espray repelente;
- llevar prendas claras de manga larga y pantalones largos;
- utilizar calzado cerrado y botas altas;
- explorarse la piel, tal y como se mencionado.
¿Algo más? Nuestros ZeroBugs™ PET y ZeroBugs™ PLUS que, gracias a la difusión de ondas mecánicas sonoras, actúan sobre el sistema nervioso de pulgas y garrapatas, inhibiendo su movimiento y el ciclo biológico de una manera totalmente no tóxica y sin contraindicaciones. Te recordamos que durante los meses de agosto y septiembre hacemos una recolección de fondos para el tratamiento de la enfermedad de Lyme: el 10 % de la venta de productos antigarrapatas se destina a la cura de Federica. Una vez recaudada la cuantía, nuestra empresa la duplicará.
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Fuentes: